Los negocios atrás del poder

Rudecindo Roca nació en Tucumán, el 22 de agosto de 1850. Era hijo del coronel José Segundo Roca y de doña Agustina Paz. Recibió su instrucción primaria en la Escuela de San Francisco de esa ciudad, y luego cursó estudios en el Colegio de Concepción de Uruguay, junto a su hermano Julio, gracias a una beca otorgada por el gobierno de Urquiza.

El 21 de abril de 1864, se incorporó en calidad de aspirante al Regimiento 1ero. de Artillería Ligera, con el cual marchó a la Guerra del Paraguay. Estuvo presente cuando muere su padre, el coronel Segundo Roca, en los primeros días de la contienda.

Participó del combate de Estero Bellaco, batalla de Tuyutí y asalto de Curupaytí. En 1867, revistó en el Batallón 2 de Línea, como subteniente, asistiendo a las operaciones de Tutyú-Cué y Paso Pacú.

En julio 1868, pasó a Corrientes con el Ejército del general Emilio Mitre para reprimir la rebelión encabezada por Nicanor Cáceres, permaneciendo allí hasta comienzos del año siguiente, en que se trasladó a Córdoba, a las órdenes del coronel Francisco J. Borges (abuelo del escritor).

Siendo ayudante mayor estuvo en las campañas contra López Jordán en la provincia de Entre Ríos, con el Batallón 7 de Infantería, y luego prestó servicios en la frontera oeste de Buenos Aires donde intervino en acciones contra los indígenas. Hizo la expedición a los toldos del cacique Pincén en noviembre de 1872, en una arriesgada campaña junto a 180 soldados que penetraron audazmente al centro del Desierto, al mando de Hilario Lagos. Por su actuación, Roca ascendió a capitán en 1871, y a sargento mayor graduado en 1873.

De nuevo se halló en la segunda campaña contra López Jordán, y en el enfrentamiento de “Don Gonzalo” bajo el mando del Ministro de Guerra, coronel Martín Gaínza.

Rudecindo permaneció en Entre Ríos hasta enero de 1874, en que regresó a Buenos Aires. Solicitó su ingreso en el Colegio Militar de la Nación con fines de estudio y perfeccionamiento militar. Recibió la efectividad de su grado en ese año, y el presidente Avellaneda lo nombró su edecán. Poco después, pasó a incorporase al ejército que comandaba Julio A. Roca, al lado de quien intervino en la batalla de Santa Rosa (Mendoza), librada el 7 de diciembre de aquel año, donde fue completamente derrotado el general Arredondo, gracias a un ardid pergeñado por su hermano, haciendo que tropas a su mando pretendiesen pasarse al bando de Arredondo para así poder penetrar las fortificaciones que los protegían. Por su actuación se lo promovió a teniente coronel efectivo.

Terminada la campaña volvió a ocupar su puesto de edecán del presidente Avellaneda. En 1875, fue nombrado jefe de Batallón 3 de Línea instalado en Río Cuarto, con la misión de reorganizarlo, y al año siguiente, marchó a la Frontera Oeste de la provincia de Buenos Aires, con asiento en Fuerte General Paz. En septiembre pasó a la Frontera Sud, en Fuerte General Belgrano y Carhué. Tomó parte de la expedición que llevó a cabo el coronel Nicolás Levalle a los toldos de Namuncurá, en Chiloé. Permaneció allí hasta julio de 1878, en que se trasladó a la Frontera Sud de San Luís, asentada en Villa Mercedes, donde capturó a varios aborígenes de las tolderías de Namuncurá, Baigorrita y Epumer Rosas.

En abril de 1879, formó parte de la 3ra. División del Ejército, que exploró las márgenes de los ríos Chapaleufú y Atuel, y atacó las tolderías de Baigorrita en su campamento de Cochicó, en las inmediaciones del Río Colorado. Roca fue ascendido a coronel graduado después de esta campaña.

Con motivo de la revolución del gobernador de Buenos Aires, Dr. Carlos Tejedor, asistió al asedio de la Capital a las órdenes del general Racedo. Vencidos los rebeldes, marchó a Corrientes a sofocar el movimiento que había estallado, en calidad de jefe del Estado Mayor de la 4ta. División mandada por el general Conrado E. Villegas. Desde entonces quedó a cargo del comando de las fuerzas destacadas en aquella provincia, con retención del mando del 3ro. de Línea hasta 1882. El 10 de abril de dicho año, fue nombrado gobernador del territorio nacional de Misiones. Entonces declaró a Posadas su capital. Simultáneamente se desempeñó como comandante del 3er. Regimiento de Infantería. que se le confirió por decreto del 31 de enero de 1883.

Fue promovido coronel efectivo como coronel fue reelegido en tal cargo de gobernador de Misiones por un nuevo período en 1885. El 5 de agosto de 1886, alcanzó el grado de general de brigada, pasando al año siguiente a revistar en la Lista de Oficiales Superiores.

En 1888, volvió a ser nombrado gobernador de Misiones. En ese período creó seis escuelas nacionales, fomentó el tendido del telégrafo, la construcción de la Casa de Gobierno y la organización de la vida municipal del territorio. Presentó la renuncia a su cargo, el 1ro. de enero 1890, fecha desde la cual ejerció el mando de la Brigada de la 1ea. División del 2do. Cuerpo de Ejército, con asiento en la Capital.

En 1892, pasó a las Lista de Oficiales Superiores, y el 20 de junio de ese año fue elegido diputado nacional. Vocal de la Junta Superior de Guerra desde 1893 a 1895, también desempeñó el comando de la circunscripción sud de la Capital.

En 1897, se le nombró jefe de la Línea Militar del Río Negro y Neuquén, con asiento en General Roca; posteriormente, comando la División de los Andes. Fue el fundador de San Martín de los Andes, el 4 de febrero de 1898. Desde el 7 de enero de 1902 ejerció el cargo de jefe de la 2da. Región Militar de Neuquén, asentada en Bahía Blanca, revistando como general de división.

Recibió numerosas condecoraciones por la Guerra del Paraguay y por Expedicionario al Desierto. Fue el único de los Roca, que militó en la Masonería, alcanzando el grado de Gran Maestre.

Todos los hermanos de Julio Argentino ocuparon cargos durante su gobierno: Alejandro fue comandante de las tropas en San Luís, al tiempo que Rudecindo estaba a cargo de la comandancia de Corrientes, Ataliva fue proveedor del ejército y Agustín, Jefe del Arsenal de Zarate.

El más conocido de ellos era Ataliva (así nombrado por un indio que había salvado la vida de su padre mientras prestaba servicios durante las guerras de la Independencia). De hecho, su nombre fue sinónimo de corrupción, de negociados y cohechos. Este neologismo fue creado por Domingo Sarmiento, quien criticaba abiertamente los negocios de la familia Roca que llevaron al enriquecimiento de sus miembros. Al morir Ataliva dejó más de 30.000 Ha de campos, además de varios negocios y haber repartido 17.000 ha a cada uno de sus 7 hijos.

Sin embargo, es la sucesión de Rudecindo la que llama la atención, ya que incluye 40.000 Ha en el departamento de Candelaria, 52.000 Ha en el Alto Paraná (Misiones) adquiridas mientras se desempeñaba como gobernador, 8.000 Ha en Río Negro y 300 Ha en Morón (Buenos Aires), más una quinta en el barrio de Flores y otra en Totoral, Córdoba.

Rudencindo Roca murió el 28 de noviembre de 1903.

A orillas del Lago Lácar, en la intersección de la ruta provincial y la llamada Cuesta Quiroga, muy cerca de San Martín de los Andes, se levanta una construcción de piedra que alberga, desde 1979, sus restos.

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