El primer papel moneda en Europa

El papel moneda, más coloquialmente conocido como billete, tienen su origen en China en el siglo VII, pero su uso no fue oficial hasta el año 812 (siglo IX). La importancia de un medio de cambio que facilitase el comercio entre los habitantes de una población hizo nacer a la moneda como medio de cambio.

En el siglo XIII, un ciudadano veneciano llamado Marco Polo emprendió un largo viaje a China, empresa asombrosa para la época. Este hecho peculiar le hizo famoso. Las anotaciones que hizo durante este viaje contienen las primeras referencias que existen en Occidente acerca de la producción y uso del papel moneda, forma de pago incomprensible para las condiciones imperantes en Europa por entonces. Para los contemporáneos de Marco Polo, esta información parecía fantasiosa e indigna de credibilidad. Las aseveraciones del famoso explorador solamente pudieron ser verificadas años más tarde, con los billetes emitidos durante el siglo XIV por la dinastía Ming. Los chinos llamaron a los billetes dinero volante, debido al escaso peso de éstos y a la facilidad con que circulaban en un área relativamente grande. Hacia el siglo X ya tenían un sistema de circulación muy bien estructurado. Poco después de que el papel moneda comenzara a existir, aparecieron los inevitables falsificadores de este medio de pago. Existen archivos que describen la lucha que libraron las autoridades chinas contra este problema. Las penas aplicadas no eran poca cosa y el delito de falsificación se castigaba con la sentencia a muerte del implicado.

En Europa, los primeros billetes de los que hay constancia aparecen en Suecia en el año 1661 (siglo XVII) de la mano del cambista Johan Palmstruch, quien los entregaba como “recibo” para quien depositaba oro u otro metal precioso en el Banco de Estocolmo, que había fundado él mismo. A España llegaron en 1780, durante el reinado de Carlos III, y su uso se popularizó rápidamente por ser mucho más cómodo de llevar. Así no hacía falta cargar con la famosa bolsa llena de monedas, mucho más llamativa y pesada.

Hasta no hace mucho, los billetes estaban respaldados por el patrón oro, es decir, cada emisión de dinero que hacían las autoridades de un país debía estar respaldada por determinada cantidad de oro. Esto fue así hasta la década de 1970 aproximadamente, cuando se dejó de utilizar el oro como respaldo de la moneda.

Texto extraído de https://m.facebook.com/deviajesehistoriassetrata/

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