Un recuerdo desteñido donde nació Vélez Sársfield

Amboy. El rostro de la escultura manchado y con su base salpicada de grafitis, un monolito despintado y un mástil vacío, sin bandera ni cuerda. El recuerdo que Amboy conserva de Dalmacio Vélez Sársfield está desdibujado y casi abandonado. Es en este pueblo donde nació el jurista, autor del Código Civil y Comercial vigente desde hace casi un siglo y medio.

No hay ciudad que no tenga una calle con su nombre. Pero donde nació, el recuerdo se desdibuja. En realidad, no existen registros concretos, pero por tradición oral reproducida por muchos biógrafos e historiadores, vio la luz en esta localidad. El apellido Vélez sigue muy presente entre viejos habitantes del valle de Calamuchita.

El espacio para su homenaje, en realidad, nunca fue revalorizado. La estructura más antigua se levantó en 1926, por el Ejército, y ya publicaciones de periódicos antiguos detallaban el mal estado.

En una de ellas, de varias décadas atrás –exhibida hoy 
en el museo local– José Dal­macio Vélez, juez de Paz de la localidad en ese momento, manifestaba: “La cuna del ilustre prócer sigue cubierta de ar­bustos, de churquis y de marañas, encerrada en una propiedad privada que dificulta el libre acceso”.

La expropiación solicitada se concretó años más tarde, pero el estado de descuido nunca se modificó. Luego, se sumó un busto, que también sufrió el deterioro, en sintonía con el monolito inicial.

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Nacimiento

Tampoco hay registros de la casa donde supuestamente habría nacido. Y entre la gente, las versiones son diversas. De lo que sí hay documentación es que sus padres, Dalmacio Vélez Baigorria y Rosa Sársfield Palacios, tenían propiedades en el valle de Calamuchita.

“Por ahí se acuerda alguna maestra y hace algún acto o algunos vecinos, como unos que hace unos años, que colgaron un pasacalles pidiendo que se revalorizara”, señaló Daniel Álvarez, tesorero de la comuna y encargado del Museo Dalmacio Vélez Sársfield, que ofrece una colección arqueológica local más una pequeña sala dedicada al jurista.

Desde hace años reclama por mejorar el espacio simbólico “acorde a la figura”. Y recordó que años atrás pidieron asesoramiento a la Dirección de Patrimonio Cultural provincial.

No sólo el museo, también la escuela, el club y la agrupación gaucha llevan el nombre del codificador. Álvarez recordó que en la década del ’60 hubo una movida vecinal que mejoró el sitio: abrieron una calle y colocaron el puente de acceso. En 2000, por los dos siglos del natalicio, se realizó un acto multitudinario.

Las dudas

Álvarez también mencionó las dudas sobre el lugar de nacimiento. “Lo cierto es que los padres tenían propiedades en San Ignacio, la comuna vecina, que fueron vendidas apenas nació Dalmacio. De hecho, tampoco hay registros de que tras su infancia haya regresado a Amboy”, contó.

Domingo Sarmiento escribió alguna vez que su ministro del Interior había nacido en la ciudad de Córdoba, versión refutada por una de las hijas del codificador, cuyos restos mortales descansan desde hace algunos años en el Palacio de Justicia de la capital cordobesa.

Juan Bia, investigador que está escribiendo la historia de Amboy, dice sobre el nacimiento de Vélez Sársfield: “Es algo que quedó en el imaginario colectivo. Para mí debe haber nacido en la zona, porque la familia tenía casa y campos por acá. Y la referencia en aquella época era Amboy, porque era el lugar conocido”.

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