Pablo Antonio Pizzurno

En 1882, recibió el diploma de Maestro e, inmediatamente, comenzó a dictar clases en la Escuela Normal de Profesores. En 1884, fue designado director de escuela, en un establecimiento de Balvanera (en la Capital Federal).

Un año después, ingresó al plantel docente del Colegio Nacional Buenos Aires, y creó, en la Escuela Gratuita de Subprefectos y Ayudantes, la Cátedra de Pedagogía.

Por ese entonces, Pablo A. Pizzurno, que sólo tenía 20 años de edad, comenzaba a destacarse como conferencista y como articulista en las más importantes revistas educativas de Buenos Aires.

En 1887, fue nombrado director de la Escuela Superior, y en 1889, fue delegado del Consejo Nacional de Educación a la Exposición Internacional de París. En ese viaje a Europa, Pizzurno debió además visitar y estudiar las formas pedagógicas utilizadas en los establecimientos educativos del Viejo Continente.

Esta investigación se reflejó en numerosos informes y monografías, que luego fueron publicadas por el Consejo Nacional de Educación.

En 1890, creó y dirigió el Instituto Nacional de Enseñanza Primaria y Secundaria. En 1891, fue designado también titular de la Cátedra de Castellano de la Escuela Normal de Profesores.

Dos años después, junto a Alfredo Ferreira, creó la revista pedagógica La Nueva Escuela, en la cual publicó sus ideas de renovación de la enseñanza en todos los niveles educativos. Muchas de estas ideas se vieron plasmadas en la práctica poco tiempo después, cuando, por ejemplo, se impusieron las clases de educación física en todas las escuelas del país, en 1893.

En 1897, pasó a integrar la comisión encargada de renovar los programas de estudios de las escuelas de Capital. Al año siguiente, fue no nacionales, escuelas normales e institutos especiales de la Nación. En 1900, fue ascendido a Inspector General de la Enseñanza secundaria, normal y especial.

En 1902, presentó ante el Ministerio de Instrucción Pública un informe en el que recopilaba todos los métodos de enseñanza y planes de estudio desarrollados en el país hasta esa fecha, a la vez que proponía numerosos cambios en la metodología pedagógica y en las formas de enseñanza.

Luego, en 1904, fue interventor de varias escuelas normales del interior del país (en Santiago del Estero, Córdoba, Catamarca, etcétera) y fue profesor del Instituto de Profesorado Secundario y del Colegio Nacional del Noroeste, cargos que abandonó en 1905, cuando fue nombrado Inspector Técnico General de la Enseñanza.

Posteriormente, Pizzurno ocupó distintos cargos relativos a la gestión educativa en el ámbito nacional y provincial, y desarrolló una vasta trayectoria como conferencista y ensayista.

De estos trabajos surgieron muchas de sus obras escritas: Pininos, un texto de lectura para escuelas primarias (1922); tres tomos de los Textos de lectura corriente; Consejos a los maestros (1906); La educación común en Buenos Aires (1910); El Instituto Superior Nacional de Educación Física (1914); El profesor secundario (1915); Vacíos de la educación primaria (1916); La escuela y el progreso social (1928); Educación General (1938), entre otras.

Pablo Pizzurno murió el 24 de marzo de 1940. Era considerado entonces, como en la actualidad, uno de los más destacados educadores del país, y un renovador de la enseñanza básica de la Argentina.

Texto extraído del sitio: http://www.institutopizzurno.com.ar/pizzurno.htm

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