La muerte de Bizet

Sus padres eran cantantes. Su madre, Aimée Delsarte, logró destacarse en el ambiente operístico, además de componer algunas piezas que fueron populares en su tiempo.

Desde joven, Georges Bizet se destacó por su inclinación hacia la música, razón por la cual fue inscripto a los 10 años en el conservatorio de París, a pesar de no haber llegado a la edad mínima estipulada. Allí conoció al compositor Charles Gounod, quien se convertiría en su mentor.

Mientras frecuenta el conservatorio obtuvo varios premios, entre los que se contaba el de Roma, que le permitió viajar a dicha ciudad donde profundiza su conocimiento y habilidades que ya eran reconocidas por otros músicos como Offenbach, Rossini y Halévy (quien se convertiría en su suegro).

A pesar de ser un excelente pianista, Bizet ocultó esta condición “como si fuera un vicio”. Solo una vez, y ante el célebre Franz Liszt, demostró sus dotes, asombrando al pianista húngaro que alabó la ejecución del joven.

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Recién en 1863, a instancia del conde Walewski (hijo natural de Napoleón Bonaparte y diplomático de actuación en el Rio de la Plata), Bizet compuso la ópera en tres actos Los pescadores de perlas, que se estrenó con poco éxito en el Téâthre Lyrique.

Después de esta desilusión y a falta de otro medio de subsistencia, Bizet dio clases de piano y composición. También trabajó como pianista acompañante, y arreglador de obras de otros compositores. Sin embargo, Bizet no abandonó su carrera de compositor y trabajó en una opera sobre Iván el Terrible que no llegó a ejecutarse. También compuso una pieza lírica basada en un texto de Sir Walter Scott, La bella muchacha de Perth, que, a pesar de sus limitaciones, fue alabada por la crítica (hoy es raramente ejecutada).

También compuso una operetta llamada Mambrú se fue a la guerra, basada en la vida del Duque de Marlborough, un ancestro de Sir Winston Churchill. En ese tiempo también concluyó Noé, la ópera póstuma de quien fuera uno de sus maestros y padre de su joven esposa, Geneviève Halévy (la ópera no fue estrenada hasta 1885).

Con el advenimiento de la guerra franco-prusiana, Bizet como muchos artistas y compositores, se unió a la Guardia Nacional. Después de la derrota de Sedán, Bizet recibió con entusiasmo el advenimiento de la tercera república y, a diferencia de otros compositores y artistas como Charles Gounod, se quedó en Paris, a pesar de los tiempos complicados que se sucedieron (ver Los comuneros de París).

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París durante el asedio, 1870-71. Dibujo contemporáneo inglés.
París durante el asedio, 1870-71. Dibujo contemporáneo inglés.

 

 

En mayo de 1871 Bizet fue nombrado director del Coro de la Opera de París, aunque poco duró en el puesto. El compositor volvió a sus obras, pero Grisélidis y Djamileh fracasaron al igual que L´Arlésienne, música incidental sobre la obra de Alphonse Daudet.

En junio de 1872 comenzó a trabajar en Carmen sobre la novela de Prosper Mérimée, un autor muy cercano a Eugenia de Montijo, la esposa española de Napoleón lll, obra que intenta recrear el espíritu popular de los peninsulares.

Carmen fue producida por l’Opéra Comique con la participación de la mezzosoprano Célestine Galli-Marié. Galli-Marié estaba tan entusiasmada con la obra que se comentó la existencia de un fogoso romance entre el compositor y la intérprete. Las relaciones con su esposa se habían vuelto tensas y el matrimonio vivió separado por unos meses.

Las dificultades para la puesta en escena (problemas con la orquesta, cuestionamientos sobre la “moralidad” del drama, y la intención de la productora de cambiar ciertas partes de la obra), atrasaron el estreno de Carmen.

Curiosamente, la mañana del 3 de marzo de 1875, fecha del estreno, Bizet fue nombrado Caballero de la Legión de Honor.

Saint Säens, Massenet y Gounod se contaron entre los que asistieron a la primera representación de la obra. Los dos primeros felicitaron al compositor, no así Gounod quien acusó a Bizet de plagio…

La crítica fue muy dura con Carmen, obra que consideraron amoral y viciosa. ¡Hasta hubo críticos que se quejaron de la falta de melodía! Bizet, que estaba muy esperanzado con el éxito de su obra, pronto comprendió que solo tenía un nuevo fracaso entre manos.

CARMEN – Bizet

 

Bizet desde hacía años sufría recurrentes dolores de garganta que recrudecieron en los días posteriores al estreno. Esta vez tardó en recuperarse y debió buscar refugio en su casa de Bougival.

El 30 de marzo, sintiéndose mejor, nadó en el Sena. Pero al día siguiente los dolores recrudecieron, la fiebre no cedió y la madrugada del 3 de junio, el compositor falleció.

El diagnóstico de los médicos fue “Complicación cardíaca secundaria de un reumatismo articular agudo”. Su muerte sorprendió a toda París y esa noche Galli-Marié no pudo salir a escena.

Durante su funeral en la Iglesia de Santa Trinidad en Montmartre, el organista improvisó una fantasía sobre un tema de Carmen.

El encargado de despedir sus restos fue el mismo Charles Gounod quien no pudo finalizar el eulogio, quebrado por las lágrimas.

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Iglesia de la Santa Trinidad de París, donde tuvo lugar la misa del funeral de Bizet el 5 de junio de 1875.
Iglesia de la Santa Trinidad de París, donde tuvo lugar la misa del funeral de Bizet el 5 de junio de 1875.

 

Esa misma noche, después de una nueva interpretación de Carmen, la prensa, que había denostado a la Gitana española que seducía hombres con malas artes y los conducía por los arteros caminos de la vida y el amor, elogió a Bizet como un genio.

 

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