Del éxito al desastre: la vida de L. Frank Baum, el creador de El mago de Oz

¿Quién alguna vez no escuchó Over the Rainbow? ¿Quién no vio a Judy Garland personificando a Dorothy y cantando las melodías de esa película que hizo historia? Sin embargo, pocos recuerdan a L. Frank Baum, el autor de esta serie de libros infantiles sobre el Mago de Oz, además de otras 41 novelas, 83 cuentos, 200 poemas y por lo menos 40 obras de teatro.

Lyman Frank era el noveno hijo del matrimonio Baum – Stanton. Fue bautizado con el nombre de su tío pero él siempre prefirió que lo llamasen Frank.

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‘Somewhere Over the Rainbow’, de “El Mago de Oz”

Baum creció en la extensa propiedad de la familia; su padre era un exitoso hombre de negocios que creía que la vida militar robustecería el carácter soñador de su hijo. Por tal razón lo envió a un Liceo donde Frank pasó los años más miserables de su vida. Sin embargo, las calles del liceo Peekskill, de ladrillos amarillo, eran como las que recorrió Dorothy junto al Mago de Oz.

La carrera militar de Frank, no fue muy extensa, apenas duró dos años. Esta cesó cuando el joven cadete sufrió un ataque de pánico. Vuelto al hogar, comenzó a editar un periódico familiar y un manual de filatelia.

A los 20 años decidió establecer un negocio de cría de pollos y hasta editó una revista sobre el tema, sin mucho éxito ni en la crianza ni en la publicación.

L. Frank Baum con un grupo de niños en 1914

L. Frank Baum con un grupo de niños en 1914

L. Frank Baum con un grupo de niños en 1914

Mientras tanto, Frank daba rienda suelta a una de las pasiones que lo persiguió de por vida, los fuegos artificiales. Cada oportunidad era buena para llenar los cielos de brillos efímeros, una metáfora de lo que sería su vida con momentos brillantes y negros fracasos.

Joven ameno, de charla chispeante, rápidamente se convertía en el centro de las reuniones a las que asistía. También tenía una vocación histriónica que lo llevó a actuar en varias obras teatrales mientras trabajaba en el comercio de su cuñado y dirigía una revista literaria llamada El Elefante Blanco.

Un día llegó al local y su socio se había quitado la vida. Esta experiencia lo llevó a escribir un cuento corto, El Suicidio de Kairos.

En 1880 escribió su primera obra teatral, La Doncella de Arran, pieza que llevó de gira por varias ciudades del interior del USA. Mientras estaba en Kansas, lugar donde transcurren las aventuras del Mago de Oz, el teatro que dirigía en Richburg se quemó, mientras estaba en cartel una obra de su autoría, casualmente llamada Fósforos.

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L. Frank Baum, autor de

L. Frank Baum, autor de “El Mago de Oz”

En noviembre de 1882 se casó con Maud Gage, la hija de una célebre feminista y sufragista. Baum hizo propias las ideas de su esposa y su suegra. La joven pareja fue a vivir a Dakota del Sur donde abrieron una tienda, que no prosperó razón por la cual Baum volvió a editar un periódico. Mientras vivía en Dakota imaginó la historia del célebre mago oriundo de Kansas.

Como el periódico también quebró se fue a vivir con su familia a Chicago y escribió en el Evening Post. En 1897 editó Mamá Oca, texto ilustrado por W. Denalow. También publicó un libro infantil llamado Papá Oca, un cuento de absurdos al mejor estilo de Alicia en el País de las Maravillas.

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El éxito de estos libros estimuló su carrera literaria y hacia 1900 publicó la historia de Dorothy y el mago, historia que se convierte en un éxito comercial. La obra teatral fue estrenada en Chicago y representada en Broadway por casi 2 años. Como la obra estaba destinada al público adulto “El perrito Toto” fue reemplazado por la “Vaca Imogene” y se introdujeron algunos chistes políticos dirigidos al presidente Roosevelt, y distintos personajes que incluían a John Rockefeller. La obra fue adaptada al cine en la versión de 1910 y 1925 (la filmación con Judy Garland es de 1939 y hay una versión de Disney de 1982).

Baum, envalentonado por el éxito, publicó en 1901 un libro llamado Dot and Tot of Merry Land, que fue un fiasco.

Aunque Baum trataba de escapar del Mago de Oz y buscar otras líneas literarias sobre mundos fantásticos como Las aventuras de Santa Claus y La Reina de Zixi, debía volver periódicamente al Mago de Oz para salvarlo de los fracasos financieros de sus otras obras que mezclaban proyecciones de imágenes, con cine y actuaciones, una propuesta muy avanzada para la época. A fin de evitar la pérdida de todas sus propiedades, los traspasó a nombre de su esposa y él solo se quedó con su ropa y sus libros.

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En 1908, retratado por Dana Hall

En 1908, retratado por Dana Hall

Maud fue más cauta que Frank y pudo salvar los bienes de la familia. Baum continuó escribiendo bajo distintos pseudónimos y también comenzó su carrera como productor de Hollywood creando su propia compañía, “The Oz Films”.

El éxito, una vez más le fue esquivo y después del chasco del Ultimo Egipcio, sufrió un accidente cerebro vascular y murió en mayo de 1919 a poco de cumplir 63 años, momento en que descubrió que del otro lado del arcoíris, solo lo esperaba el fracaso y la muerte. “Ahora podemos cruzar las arenas movedizas”, dijo refiriendo a un episodio de su saga antes de entregar su último aliento.

La historia de Oz conoció otras versiones escritas por Ruth Plumey Thompson que tuvieron mejor suerte que las versiones de Baum.

Nota publicada originalmente en http://www.infobae.com

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